domingo, 12 de abril de 2009


Qué sensación tan extraña aquella que sentí ­al escuchar tu corazón, que falsedad la que engaña. Por eso yo ya no se qué voy a hacer sin tu amor, si no puedo escapar de esta llama que incendia mi cuerpo, yo ya no intento descubrir qué pasará si prefiero morir que aguantar lo que siento todo lo que yo llevo lo llevo por dentro. Que sensación tan extraña, llego sin avisar y acorralo mi corazón, que escondes dentro de tu alma que me hace alucinar y hasta perder la razón. Que me condenen a 100 años, que me destierren si te beso, que me castigue Dios si peco y grito a voces que te quiero. Qué angustia siento en el alma pues tengo que callar cuando en verdad quiero gritar qué misteriosa la calma se oculta en el umbralde mi ansiedad.

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