Desquebrajando el ruido insólito del vacío negro intenso, espada en mano lucho, labios rojos, piel de mármol, corazón de acero, dispuesta a no sufrir en la batalla. No dejo que se acerque el enemigo, temiendo sin reparo por mis miedos, escudo en mano lucho, labios rojos, piel de mármol, corazón encendido; no quiero ser la presa en mi destino. Buscando tras las ramas del camino, el agua del guerrero venidero, con garra en mano lucho, labios secos, piel de mármol, corazón encendido; se hace de día y aún no le he vencido. Me cogen por la espalda y yo me giro, me asombra la mirada de sus ojos, con furia innata lucho, labios secos, piel fundida, corazón encendido, se enfrentan los soldados al destino. Luchan sin miedo por dar al enemigo, caricias, besos, ternura, pasión, fluidos,… con gemidos amplios lucho,

soy tuya,

eres mío,

somos uno,

no hay ganadores solo hay vencidos.